
Hablar de yates es hablar de lujo en su forma más pura. No hay otro objeto que combine con tanta fuerza el deseo de libertad, la sofisticación técnica y la exclusividad social. Pero cuando alguien pregunta “¿cuánto cuesta un yate?”, la respuesta está lejos de ser sencilla. Porque en el mundo náutico, como en el del arte o la alta relojería, el precio puede variar desde cifras relativamente contenidas hasta niveles astronómicos que desafían cualquier lógica comercial.
Yates a motor: desde lo accesible hasta lo estratosférico
Si nos centramos en los yates a motor, que son los más populares entre quienes buscan comodidad y rendimiento, podemos hablar de varias categorías según tamaño y nivel de lujo:
Yates de entrada (10 a 15 metros): En esta categoría encontramos embarcaciones que ofrecen una buena experiencia náutica, con camarotes, cocina, baño y espacio para relajarse. El precio base de este tipo de yates suele comenzar en torno a los 200.000 a 600.000 euros, aunque puede subir si se eligen acabados de lujo, tecnología de navegación avanzada o motorizaciones de alto rendimiento.
Yates medianos (15 a 30 metros): Aquí es donde comienza el lujo real. Estos yates ya cuentan con varias cabinas, salón interior, cubierta para tomar el sol, motores potentes y acabados de alta gama. Los precios en este segmento varían mucho, pero es habitual que ronden entre 1 y 5 millones de euros.
Superyates (más de 30 metros): A partir de esta longitud, entramos en un mundo reservado a millonarios y grandes fortunas. Estos yates son verdaderas mansiones flotantes, con múltiples niveles, jacuzzi, spa, gimnasio, cine, helipuerto e incluso garaje para motos acuáticas y submarinos personales. Los precios parten desde los 10 millones de euros y pueden superar fácilmente los 100 millones, dependiendo del diseño, el astillero y el nivel de personalización.
Yates a vela: elegancia y pasión náutica
Los yates a vela suelen ser algo más económicos que sus equivalentes a motor, pero no por ello menos lujosos. De hecho, muchos navegantes apasionados consideran que la vela ofrece una experiencia más auténtica y conectada con el mar.
Yates de vela entre 10 y 15 metros: Se pueden encontrar desde unos 150.000 euros, aunque bien equipados y con acabados de calidad pueden llegar a los 500.000 euros.
Yates de vela de gran eslora (más de 20 metros): Estas embarcaciones de líneas elegantes y prestaciones oceánicas pueden costar entre 1 y 10 millones de euros, según el astillero, los materiales y el equipamiento.
El coste oculto: mantenimiento, tripulación y amarre
El precio de compra es solo el principio. Poseer un yate implica una serie de costes fijos que no se pueden ignorar:
Mantenimiento anual: Se estima que puede suponer entre el 5 y el 10% del valor del yate cada año. Esto incluye revisiones mecánicas, pintura, seguros, limpieza y más.
Amarre: El alquiler de un amarre en un puerto de prestigio puede costar entre 10.000 y 100.000 euros al año, dependiendo del tamaño del yate y de la ubicación.
Tripulación: Si el yate supera cierta eslora, se requiere una tripulación profesional. Capitán, cocinero, personal de limpieza o marinero de cubierta pueden representar entre 100.000 y 500.000 euros anuales en salarios.
Combustible: Especialmente en yates a motor, el consumo puede ser considerable. En salidas largas, repostar puede costar varios miles de euros cada vez.
Registro, impuestos y seguros: Cada país tiene su normativa, pero hay que tener en cuenta costes de matriculación, tasas de navegación, inspecciones y un seguro que, en yates grandes, puede superar fácilmente los 20.000 euros anuales.
Comprar nuevo vs. segunda mano
Muchos compradores optan por el mercado de segunda mano, donde es posible encontrar yates bien mantenidos a precios notablemente más bajos que los nuevos. Un yate de 5 millones nuevo puede comprarse por 2 millones tras algunos años si ha sido bien cuidado. Eso sí, en este caso conviene hacer una inspección náutica detallada para evitar sorpresas.
Yates personalizados: el cielo es el límite
Los grandes millonarios y magnates no compran yates de catálogo: los mandan construir. Un yate personalizado puede superar los 300 millones de euros, dependiendo del nivel de lujo y las excentricidades incluidas. Algunos incluyen piscinas de borde infinito, acuarios de agua salada, salas de conciertos, pistas de squash o incluso laboratorios de investigación marina.



