
Leonardo DiCaprio es una de esas figuras que trascienden la gran pantalla. Su nombre evoca no solo actuaciones memorables en algunas de las películas más importantes de las últimas décadas, sino también una dedicación palpable a su activismo ambiental. Esta dualidad —la estrella de Hollywood y el férreo defensor del planeta— despierta un interés constante en su estilo personal y sus elecciones, y su muñeca no es una excepción. A diferencia de muchos colegas que optan por piezas estrafalarias o puramente llamativas, DiCaprio parece gravitar hacia la historia, la calidad y, más recientemente, la conexión con un compromiso ecológico, lo que añade una capa de significado a cada reloj que elige llevar. Su trayectoria relojera es un reflejo de su propia evolución: desde sus inicios en Hollywood, donde ya se vislumbraba un gusto por los clásicos deportivos, hasta convertirse en un referente que alinea el lujo con la sostenibilidad.
El reloj más famoso de Leonardo DiCaprio: Patek Philippe Nautilus 5711/1A-018
Si hay un reloj que ha causado verdadero revuelo en el mundo de la alta relojería y la cultura popular gracias a DiCaprio, ese es el Patek Philippe Nautilus Referencia 5711/1A-018, conocido popularmente como el «Tiffany Dial». Se trata de una edición extremadamente limitada que Patek Philippe lanzó en colaboración con la joyera Tiffany & Co. para conmemorar 170 años de asociación. El modelo base es el icónico Nautilus de acero, pero su esfera azul turquesa, el famoso «Tiffany Blue», y los logotipos de ambas casas lo convirtieron instantáneamente en una de las piezas más codiciadas y debatidas del siglo.
DiCaprio fue visto luciendo este modelo exclusivo en eventos de alto perfil, lo que catapultó su estatus de culto. Llevar este reloj no es solo una declaración de gusto exquisito, sino un símbolo de pertenecer a un círculo muy reducido de coleccionistas y figuras que tuvieron acceso a una pieza con una producción tan restringida. Aunque el precio de venta original era elevado, el valor que estas 170 unidades alcanzaron en el mercado de subastas y coleccionismo fue estratosférico, situándolo en la órbita de los relojes más valiosos que un famoso pueda poseer.
Otros relojes que ha llevado Leonardo DiCaprio
A lo largo de su carrera, DiCaprio ha demostrado ser un hombre de múltiples gustos en relojería, aunque siempre con un denominador común de calidad y tradición. Durante una etapa importante de su vida, se le vio frecuentemente con modelos de TAG Heuer. Esta relación no era casual, pues fue embajador de la marca y participó en campañas vinculadas con su fundación. Entre las piezas que lució en esa época se encuentran varios cronógrafos TAG Heuer Carrera y, de manera notable, el TAG Heuer 2000 chapado en oro que su personaje en El Lobo de Wall Street llevaba, un guiño cinematográfico que encajaba perfectamente con la ostentación de la época.
También ha sido fotografiado con clásicos atemporales de otras manufacturas suizas. En sus primeras grandes apariciones, incluso en el estreno de El Aviador, mostró su aprecio por Jaeger-LeCoultre, llevando el elegante y sofisticado Reverso Septantième. Además, su colección ha contado con piezas de Cartier, como el atemporal Tank, un reloj que personifica la elegancia discreta y que curiosamente lució en la película No mires arriba. Por supuesto, los modelos de la Corona han sido una constante, con diversos cronógrafos Rolex Cosmograph Daytona en su muñeca, incluyendo referencias de oro blanco como el 116509 «Racing», demostrando un gusto por la versión más deportiva del lujo.
La relación de Leonardo DiCaprio con la relojería
La relación de DiCaprio con la relojería se ha transformado de ser simplemente un usuario de alto nivel a un embajador con un propósito. Inicialmente, su vínculo con marcas como TAG Heuer tenía un componente de patrocinio con una faceta benéfica, pues parte de los ingresos se destinaban a su fundación. Esto ya indicaba que su interés trascendía el simple coleccionismo frívolo.
Recientemente, su asociación con Rolex lo ha posicionado como un «Testimonial» de la casa, una colaboración que subraya su compromiso con la conservación. Rolex está profundamente involucrada en iniciativas de sostenibilidad a través de su programa Perpetual Planet, lo que casa perfectamente con el activismo de DiCaprio. Más allá de su papel público, es un inversor activo en marcas de relojería suiza enfocadas en la sostenibilidad y la producción circular, como ID Genève. Esto demuestra que su gusto no es solo por la alta gama, sino por aquellas piezas y empresas que están intentando hacer del lujo una actividad con menor impacto ambiental, pasando de un gusto llamativo en el pasado a una elegancia con conciencia en el presente.
Curiosidades sobre los relojes de Leonardo DiCaprio
Una de las curiosidades más notables es la sustitución del reloj en la película El Lobo de Wall Street. Aunque el Jordan Belfort real supuestamente usó un Bulgari, DiCaprio, en su papel de Jordan, llevó un TAG Heuer de cuarzo en oro, lo que resultó ser una elección sorprendentemente acertada para la personalidad del personaje. En lugar de optar por un Rolex Day-Date, el estándar de los grandes brókeres en esa época, el TAG Heuer, aunque lujoso, tenía un toque menos tradicional y más estridente, encajando con el estilo nuevo rico del personaje.
Además del Patek Philippe Tiffany, que ha sido el reloj más polémico por el precio récord que alcanzó un ejemplar en subasta, DiCaprio ha sido uno de los primeros en dejarse ver con nuevas ediciones de Rolex, cimentando su estatus como un referente dentro de la marca, incluso antes de su nombramiento oficial como embajador. Sus elecciones fuera de la alfombra roja a menudo han sido más discretas, a veces luciendo piezas más utilitarias de lo que se esperaría de un actor de su calibre, lo que refuerza su imagen de persona que valora la funcionalidad y el propósito por encima de la mera ostentación.
La forma en que Leonardo DiCaprio une el arte de la actuación con su profunda preocupación por el futuro del planeta se extiende también a su gusto relojero, demostrando que en su muñeca, el lujo y la conciencia pueden marchar de la mano.



