Klein Vision, pionera en soluciones de movilidad aérea personal, ha logrado lo que parecía un sueño inalcanzable: fusionar la carretera y el cielo en un solo vehículo. Su creación, el AirCar, no solo vuela: está homologado, certificado y listo para despegar hacia un futuro comercial que ya no se adivina lejano. Con este prototipo, la firma eslovaca ha abierto una nueva dimensión en el transporte personal, conectando el viaje terrestre con el aéreo con una fluidez inédita.
El AirCar fue presentado ante el mundo en la exclusiva Gala de Leyendas Vivas de la Aviación 2025 en Beverly Hills, un evento cargado de glamour y reconocimiento internacional, con John Travolta y Morgan Freeman como maestros de ceremonias. Invitados de la talla del astronauta Buzz Aldrin y el príncipe Harry fueron testigos del momento en que la ciencia ficción se convirtió en tecnología tangible.
Tecnología con alas
El secreto de su éxito está en una combinación magistral de diseño, ingeniería y visión de futuro. El AirCar cuenta con un Certificado de Aeronavegabilidad y ya ha completado más de 170 horas de vuelo y 500 despegues y aterrizajes con éxito. Su aerodinámica avanzada, desarrollada por el inventor Stefan Klein —quien recibió un Premio Especial a la Excelencia en Ingeniería—, garantiza estabilidad, seguridad y eficiencia en el aire.
Entre sus características más innovadoras se encuentran las alas retráctiles, las superficies de cola plegables y un sistema de paracaídas integrado para emergencias. Además, incorpora estructuras ultraligeras de materiales compuestos y un nuevo motor de 280 CV fabricado por Adept, que mejora significativamente el rendimiento respecto al prototipo inicial, siendo 200 kilos más ligero.
Transformación en tiempo récord
Una de las hazañas más espectaculares del AirCar es su capacidad de convertirse en avioneta en menos de dos minutos. Basta una secuencia automatizada para desplegar las alas y la cola, transformar su forma y despegar desde una pista convencional. Es, literalmente, un coche volador que se adapta a cada necesidad con una fluidez sin precedentes.
Todo este avance no es solo una proeza de ingeniería, sino también un hito emocional. Como afirma Stefan Klein: “El AirCar cumple el sueño de toda una vida: poner la libertad de volar al alcance de la gente común”. Porque no solo es tecnología de vanguardia: es una nueva forma de entender la libertad personal y la movilidad del lujo