Blancpain Fifty Fathoms, icono eterno del océano

El Blancpain Fifty Fathoms es uno de los relojes más legendarios del siglo XX y una pieza clave en la historia de la relojería moderna. No se trata únicamente de un icono estético, sino de un verdadero pionero: fue el primer reloj de buceo profesional concebido con todas las características que hoy consideramos esenciales en este tipo de relojes. Con el Fifty Fathoms, Blancpain no solo abrió un camino técnico, sino que también forjó un mito que sigue vigente más de 70 años después.

El origen: un reloj nacido del mar

En 1953, en plena expansión de las actividades submarinas, el capitán Robert “Bob” Maloubier y el teniente Claude Riffaud, miembros de las fuerzas especiales de la Marina francesa, necesitaban un reloj que respondiera a las exigencias del buceo militar. Blancpain aceptó el reto y creó el Fifty Fathoms, bautizado así en honor a la unidad de profundidad inglesa que equivalía a unos 91 metros: el límite máximo de inmersión segura en la época.

Este reloj introdujo varios elementos que definieron al instante la categoría: un bisel giratorio unidireccional para medir el tiempo de inmersión, una caja robusta con alta hermeticidad, una esfera negra de gran legibilidad con agujas y marcadores luminiscentes, y un movimiento automático para reducir el desgaste de la corona. Todo ello lo convirtió en un instrumento indispensable para los buceadores militares y, poco después, para los pioneros del buceo civil.

Diseño y evolución estética

El diseño del Fifty Fathoms se ha mantenido fiel a su esencia: una caja redonda, un bisel ancho y fácilmente manipulable incluso con guantes, y una esfera limpia y legible. El diámetro ha ido creciendo con las décadas: de los 35 mm originales hasta los 45 mm de algunas referencias modernas, aunque Blancpain también ofrece versiones más contenidas, alrededor de los 40 mm, para quienes buscan comodidad diaria.

El bisel, que en sus inicios estaba recubierto de baquelita, hoy suele estar fabricado en cristal de zafiro, una característica distintiva que le otorga una profundidad visual única. Las esferas, negras en su mayoría, también se presentan en azul marino, verde o en versiones especiales con degradados que evocan las profundidades oceánicas.

Complicaciones y movimientos

Si bien el Fifty Fathoms nació como un reloj de tres agujas con fecha o sin ella, con el tiempo la colección se ha enriquecido con complicaciones más sofisticadas: cronógrafos, calendarios completos, fases lunares e incluso el Tourbillon 8 Jours, un alarde técnico en un reloj de buceo.

Blancpain equipa estos modelos con calibres de manufactura, como el 1315, con una reserva de marcha de 120 horas gracias a sus tres barriletes, y una espiral de silicio que asegura resistencia antimagnética. La firma cuida tanto la técnica como la estética, con acabados visibles a través de fondos de zafiro, algo que demuestra que incluso un reloj-herramienta puede ser un objeto de belleza.

Ediciones especiales y coleccionismo

El Fifty Fathoms ha visto nacer numerosas ediciones limitadas, muchas de ellas inspiradas en modelos históricos. Entre las más buscadas está el Fifty Fathoms “No Radiations”, con un llamativo logotipo en la esfera que indicaba ausencia de materiales radiactivos en su luminiscencia, o el “MIL-SPEC”, con un disco indicador de humedad que alertaba al buzo en caso de filtración de agua.

En la colección contemporánea destacan el Fifty Fathoms Bathyscaphe, más urbano y versátil, con cajas en cerámica o titanio, y el Fifty Fathoms Automatique 70 Aniversario, presentado en 2023 para celebrar siete décadas del modelo original, con un diámetro más compacto y un diseño fiel al espíritu de 1953.

Los precios varían según la versión: los modelos de acero del Bathyscaphe rondan los 10.000 a 12.000 euros, mientras que las ediciones limitadas y piezas más complejas superan los 20.000 euros, llegando incluso más allá de los 100.000 euros en referencias con tourbillon.

El Fifty Fathoms en la cultura

El reloj ha acompañado a exploradores y cineastas. Fue parte del equipo de Jacques-Yves Cousteau y aparece en su documental ganador del Óscar, El mundo del silencio (1956). También ha sido visto en la muñeca de personalidades contemporáneas como Brad Pitt o Keanu Reeves, quienes lo han elegido por su carácter atemporal y su potencia estética.

Curiosidades

Una curiosidad notable es que Blancpain fue la primera manufactura en llevar un reloj de buceo profesional al mercado civil, adelantándose incluso al Rolex Submariner, presentado también en 1953. Esta rivalidad histórica sigue alimentando debates entre coleccionistas: ¿cuál es el verdadero padre de los relojes de buceo?

El Fifty Fathoms, con su mezcla de herencia militar, innovación técnica y refinamiento estético, sigue siendo una de las piezas más influyentes de la relojería contemporánea.

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