Cuando hablamos de superyates, la mente suele ir directa a su diseño espectacular, a las fiestas interminables a bordo o a los destinos exclusivos en los que fondean. Pero detrás de esa postal hay un detalle que nunca pasa desapercibido para el dueño: el combustible. Navegar con un superyate no es precisamente barato y, en muchos casos, llenar el depósito puede costar más que comprar un coche de lujo nuevo.
Consumos reales de un superyate
Un superyate de unos 50 metros de eslora puede equipar motores que suman más de 5.000 caballos de potencia. A velocidad de crucero (12–14 nudos), el consumo ronda los 400–600 litros por hora. Si hablamos de yates más grandes, de entre 70 y 90 metros, la cifra se dispara a 800–1.500 litros por hora. Y en los gigantes de más de 100 metros, no es raro encontrar consumos de 2.000 litros cada hora.
Para hacernos una idea: un coche convencional gasta unos 6–8 litros cada 100 km. Un superyate puede consumir lo mismo que 200 coches circulando al mismo tiempo.
El precio del combustible marino
El carburante que utilizan los superyates es el diésel marino (MGO, Marine Gas Oil). Su precio varía según el puerto y el país, pero en Europa oscila entre 0,90 y 1,40 € por litro, dependiendo de impuestos y disponibilidad. En destinos muy exclusivos, como Mónaco, Saint-Tropez o Ibiza en plena temporada, llenar un depósito puede salir todavía más caro.
Un día típico de navegación
Supongamos un superyate de 70 metros navegando durante 10 horas a velocidad de crucero.
Consumo aproximado: 1.000 litros por hora
Total del día: 10.000 litros
Precio medio del litro: 1,10 €
Factura diaria: 11.000 €
Si hablamos de un yate más grande, de 100 metros, con un consumo de 2.000 litros/hora, esa misma jornada costaría 22.000 € solo en combustible.
Llenar el depósito completo
Aquí es donde llegan las cifras mareantes. Un yate de 70 metros puede tener tanques de 150.000–200.000 litros, mientras que un megayate de 100 metros supera los 300.000 litros de capacidad. Con precios actuales:
150.000 litros x 1,10 €/l = 165.000 €
300.000 litros x 1,10 €/l = 330.000 €
Un repostaje completo equivale al valor de un Ferrari Roma o un Lamborghini Huracán. Y todo se quema en cuestión de semanas de navegación.
Lo que nunca falta en la factura
Además del combustible para los motores principales, hay que sumar el de los generadores que mantienen viva la embarcación cuando está fondeada. Un superyate de gran tamaño puede gastar 200–400 litros diarios solo para mantener aire acondicionado, cocina, sistemas eléctricos e internet satelital. Incluso estando parado, un yate de lujo sigue “bebiendo” combustible sin descanso.