Vladimir Putin no solo es uno de los líderes más influyentes del mundo, también es un personaje que genera enorme curiosidad por su estilo personal. Su imagen pública está cuidadosamente construida: sobria, firme y con un punto de lujo discreto. Dentro de ese estilo, los relojes que lleva el presidente ruso han dado mucho de qué hablar, pues revelan un gusto refinado y, en muchos casos, sorprendente.
El reloj más famoso de Vladimir Putin
El reloj más icónico de Putin es, sin duda, el Patek Philippe Perpetual Calendar 5039. Se trata de una pieza de altísima relojería suiza con calendario perpetuo, elaborada en oro blanco y con una esfera clásica que refleja elegancia atemporal. Es un reloj que no solo indica la hora, sino también el día, la fecha, el mes y hasta los años bisiestos, lo que lo convierte en una obra de arte técnica. Su precio ronda los 50.000 a 60.000 euros, aunque en ediciones raras puede superar ampliamente esa cifra. Que un político de su talla lleve este modelo no sorprende: es un símbolo de sofisticación y poder contenido, muy en línea con su imagen.
Otros relojes que ha llevado Vladimir Putin
Putin ha sido fotografiado con varios modelos de alta gama, entre los que destacan:
Blancpain Leman Aqua Lung Grande Date: reloj deportivo y elegante, valorado en unos 10.000 euros.
A. Lange & Söhne Tourbograph Perpetual “Pour le Mérite”: una de las piezas más exclusivas que se le ha visto, con un precio que supera fácilmente los 300.000 euros.
IWC Pilot’s Watch Mark XV: mucho más sobrio y militar, refleja un estilo práctico y sobrio.
Patek Philippe Calatrava: otro modelo clásico de la casa ginebrina, famoso por su elegancia minimalista.
Estas apariciones muestran que no se limita a una sola marca, sino que explora distintos estilos dentro de la alta relojería suiza y alemana.
La relación de Vladimir Putin con la relojería
Putin no es embajador oficial de ninguna marca, pero sí se le considera un auténtico apasionado de la relojería. Sus relojes no son simples accesorios: han sido incluso objeto de gestos públicos. En varias ocasiones, ha regalado sus relojes a trabajadores o ciudadanos en Rusia, lo que ha generado anécdotas que refuerzan su imagen de hombre poderoso que no se apega a los objetos, aunque sean piezas carísimas. Su gusto oscila entre lo clásico y lo extremadamente complejo, demostrando que aprecia la ingeniería relojera tanto como el simbolismo que transmiten estas piezas.
Curiosidades sobre los relojes de Vladimir Putin
Una de las historias más comentadas es que en 2009, durante una visita a una fábrica, Putin regaló su Blancpain a un trabajador que admiraba su reloj. También en 2010 entregó un Patek Philippe a un niño en Tula, lo que disparó la polémica por el valor del obsequio. A diferencia de otros líderes que prefieren relojes discretos y accesibles para transmitir cercanía, Putin no oculta su preferencia por la relojería de lujo, alineándose más con el estilo de empresarios millonarios que con el de políticos tradicionales.
En definitiva, los relojes de Putin no solo marcan la hora: son una extensión de su imagen de poder, control y gusto por lo más exclusivo de la relojería suiza y alemana.
