Rolex Day-Date: el reloj de los presidentes

El Rolex Day-Date es mucho más que un reloj: es un símbolo. Desde su lanzamiento en 1956, se ha convertido en uno de los modelos más prestigiosos de la relojería suiza y en el emblema de poder, liderazgo y elegancia dentro del universo Rolex. Conocido mundialmente como el “President”, este reloj es la máxima expresión del lujo discreto, reservado a quienes han alcanzado la cima en su ámbito, ya sea en la política, las artes o los negocios.

El nacimiento de un icono

Cuando Rolex presentó el Day-Date, supuso una auténtica revolución: fue el primer reloj de pulsera automático y hermético que mostraba la fecha y el día de la semana escrito de forma completa en una ventana. Este detalle, hoy común, fue entonces una hazaña técnica y práctica, que reforzaba la vocación de la marca por combinar utilidad con distinción.

El Day-Date fue inmediatamente asociado a personalidades influyentes. No en vano, Rolex lo bautizó pronto como el reloj de los líderes, ofreciendo la posibilidad de personalizar el idioma del día de la semana —hoy disponible en más de 25 lenguas distintas—, lo que reforzó su carácter internacional.

El brazalete President

Uno de los elementos más icónicos del modelo es su brazalete exclusivo, presentado junto con el reloj en 1956: el “President bracelet”. Con eslabones semicirculares, ofrece una mezcla única de solidez y confort, además de un diseño inconfundible que se asocia de inmediato al Day-Date. Este brazalete, combinado con la caja Oyster, creó un conjunto que respiraba poder y sofisticación.

No es casualidad que con el tiempo el reloj pasara a conocerse como “el Rolex President”: un apodo nacido del brazalete pero reforzado por la lista de presidentes y jefes de Estado que lo han llevado en su muñeca.

Materiales nobles y estética

El Day-Date nunca se ha producido en acero: solo en metales preciosos. Oro amarillo, oro blanco, oro Everose (propietario de Rolex) y platino son los materiales que componen la caja, siempre con un acabado impecable y un aura de distinción.

Las esferas han sido otro de sus grandes atractivos. Desde las clásicas en color champagne o plateado hasta opciones con piedras preciosas, esmaltes lacados o incluso meteorito, cada esfera aporta un carácter distinto, sin perder la sobriedad característica. Los índices pueden ser simples bastones, números romanos o incluso engastados con diamantes, subrayando la versatilidad del modelo entre lo institucional y lo lujoso.

Movimientos y precisión

A lo largo de las décadas, el Day-Date ha ido evolucionando técnicamente. Hoy equipa calibres de manufactura como el 3255, con escape Chronergy y una reserva de marcha de 70 horas. Certificado como Superlative Chronometer, garantiza una precisión de −2/+2 segundos al día, uno de los estándares más exigentes de la industria.

El cambio instantáneo de la fecha y el día a medianoche es otra de sus señas de identidad: una transición clara y precisa que refuerza su carácter técnico.

Famosos y presidentes

La lista de personalidades que han llevado un Day-Date es interminable. Presidentes de EE.UU. como Lyndon B. Johnson, quien popularizó el apodo “President”, y también figuras como Ronald Reagan o Donald Trump, lo han lucido públicamente. En el mundo del entretenimiento, Elvis Presley, Warren Buffett, Jay-Z o Victoria Beckham son solo algunos de los nombres que han hecho del Day-Date parte de su estilo personal.

El reloj ha trascendido generaciones y culturas, consolidándose como un símbolo de logro y autoridad.


Curiosidades

Un detalle llamativo es que el Day-Date, al no producirse en acero, ha mantenido su aura de exclusividad intacta frente a otros modelos Rolex más deportivos como el Submariner o el Daytona. Además, el hecho de que el día de la semana pueda personalizarse en tantos idiomas lo convierte en uno de los relojes más “globales” jamás creados.

En el mercado actual, los precios de un Day-Date nuevo en oro comienzan alrededor de los 37.000 euros, mientras que las versiones en platino pueden superar los 70.000 euros. En el mercado vintage, las referencias de los años 60 y 70, especialmente con esferas raras o personalizadas, son altamente codiciadas.

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