El Rolex Yacht‑Master II no es un reloj cualquiera dentro del catálogo de la marca suiza. Es una pieza que combina el espíritu deportivo del mundo náutico con la ingeniería de precisión que caracteriza a Rolex. Un modelo potente, visualmente impactante y con una función muy específica: la cuenta atrás para regatas.
A diferencia de otros modelos más versátiles o elegantes de Rolex, el Yacht‑Master II es una herramienta de navegación avanzada. Su estética imponente, su tamaño generoso y su complicación técnica lo convierten en uno de los relojes más complejos y especializados de la marca.
Un diseño pensado para el mar
La primera impresión que da el Yacht‑Master II es su presencia rotunda. Con una caja de 44 mm, es uno de los modelos más grandes de Rolex. Este tamaño no es gratuito: está pensado para ofrecer visibilidad máxima en contextos de acción, como una regata, donde el tiempo y la claridad visual son cruciales.
El bisel es otro de sus elementos distintivos. No solo es estético, sino también funcional: se trata del denominado “Ring Command”, un sistema que permite interactuar directamente con el movimiento interno del reloj. Girándolo, se desbloquea la programación del temporizador de cuenta atrás. Esto lo convierte en uno de los pocos relojes mecánicos del mundo donde el bisel forma parte activa del mecanismo.
En cuanto a materiales, el Yacht‑Master II está disponible en varias versiones: acero inoxidable, combinación de acero y oro rosa, oro amarillo macizo, y oro blanco. Cada una aporta una personalidad distinta, desde la sobriedad deportiva hasta la exuberancia total.
Tecnología y mecánica de regata
Lo que hace único al Yacht‑Master II es su cronógrafo de cuenta atrás programable, diseñado específicamente para las salidas de regatas. El reloj permite configurar una cuenta atrás de entre 1 y 10 minutos, que puede sincronizarse sobre la marcha si el juez de la regata modifica el tiempo de salida. Esta capacidad de sincronización dinámica lo convierte en una herramienta real para navegantes.
El movimiento que lo impulsa es el calibre 4161, desarrollado íntegramente por Rolex. Es un mecanismo mecánico automático de altísima precisión, compuesto por más de 360 piezas, y con una reserva de marcha de aproximadamente 72 horas. Incluye espiral Parachrom y sistema de absorción de golpes, garantizando resistencia tanto al uso exigente como al entorno marino.
Un reloj para navegantes… y coleccionistas
Aunque fue creado como una herramienta profesional, el Yacht‑Master II ha captado la atención de coleccionistas y amantes del lujo por su estética impactante, su complejidad mecánica y su rareza relativa. No es un modelo tan común como el Submariner o el GMT‑Master II, lo que le da un aura de exclusividad muy valorada por quienes buscan algo distinto.
Además, su tamaño, la disposición simétrica de la esfera, y la llamativa escala azul del bisel le dan una presencia inconfundible en la muñeca. Es un reloj que no pasa desapercibido, pero que al mismo tiempo transmite un mensaje de deportividad, lujo técnico y coherencia funcional.
Precio y valor en el mercado
El precio de un Rolex Yacht‑Master II varía según la versión:
El modelo en acero inoxidable es el más “accesible”, con precios que pueden comenzar en torno a los 15.000 a 18.000 euros, dependiendo del año, estado y si es nuevo o de segunda mano.
Las versiones en oro (amarillo o blanco) o en combinación bimetálica pueden superar con facilidad los 30.000 o 40.000 euros.
Como ocurre con todos los Rolex, el estado de conservación, los “papeles” (documentación original) y la caja afectan enormemente el valor de reventa.
Es importante tener en cuenta que, aunque no es un reloj con producción limitada, no se encuentra fácilmente en cualquier tienda, y suele haber listas de espera para ciertos acabados o combinaciones.
El Yacht‑Master II no es un reloj para todo el mundo. Su tamaño, su enfoque técnico y su precio lo sitúan en una categoría muy concreta. Es ideal para quien quiere una pieza robusta, visible, con mucha personalidad y con una complicación poco común.
Si eres amante del mar, del diseño audaz o de la relojería técnica, este modelo ofrece una experiencia única. No es un reloj de “perfil bajo”, pero sí uno que demuestra gusto por lo funcional y lo sofisticado.
