
El torneo, creado por Roger Federer para homenajear al legendario Rod Laver, reunió una vez más a dos bloques: el combinado europeo y el del resto del mundo. Más allá de los resultados deportivos, la competición dejó imágenes curiosas y llamativas, en especial las protagonizadas por el número uno del ranking ATP y el propio Federer.
El murciano, que estrenó un cambio de look al aparecer con el cabello teñido de rubio, fue protagonista de un momento inesperado cuando el suizo decidió mostrarle de cerca una de sus más recientes joyas: un exclusivo reloj de Rolex. La escena, captada por las cámaras, retrató al 20 veces campeón de Grand Slam retirándose de la muñeca un modelo que no está disponible en el catálogo oficial de la marca y que solo unos pocos privilegiados pueden tener en su colección.
Ambos son embajadores de Rolex, aunque la pieza elegida por Federer superó todas las expectativas. Se trata del Cosmograph Daytona Ref. 126599TSA “Blue Sapphire”, presentado en la feria Watches & Wonders 2025. Este reloj es uno de los tres modelos “fuera de catálogo” que la firma suiza dio a conocer este año y que no aparecen en su página web ni pueden adquirirse a través de los canales habituales.

El diseño, considerado una obra de arte de la relojería, está fabricado en oro blanco de 18 quilates con una caja de 40 mm. Su bisel está engastado con 36 zafiros azules de talla baguette, mientras que otros 54 diamantes de talla brillanteembellecen la pieza. La esfera, elaborada en obsidiana plateada, destaca por su sofisticación, y cada índice horario está decorado con pequeños zafiros azules, aportando un contraste hipnótico. En su interior late el calibre automático Rolex 4131, un movimiento de última generación con 72 horas de reserva de marcha. Todo ello se completa con el clásico brazalete Oyster en oro blanco, sello de identidad de la firma.
El valor estimado del reloj es de 1,5 millones de dólares (unos 1,3 millones de euros), cifra que refleja la fusión perfecta entre relojería de precisión y alta joyería. No es de extrañar que Federer, convertido recientemente en uno de los pocos deportistas milmillonarios, sea uno de los embajadores elegidos para lucir esta creación.
Por su parte, Alcaraz tampoco se quedó atrás en estilo. En la muñeca del joven campeón español se pudo ver otro Rolex Daytona, aunque en una versión más accesible. El murciano optó por la Ref. 126518LN “Tiffany”, fabricada en oro amarillo con brazalete Oysterflex, reconocible al instante por su vibrante esfera turquesa. Este modelo lo acompañó también en uno de los grandes momentos de su carrera: cuando levantó su segundo título de Roland Garros.
Aunque no alcanza las cifras estratosféricas del reloj de Federer, el modelo elegido por Alcaraz es igualmente codiciado. Su precio de lanzamiento rondaba los 35.000 euros, pero en el mercado actual se valora entre 100.000 y 150.000 euros, una muestra del poder de revalorización que tienen algunas piezas de Rolex en el universo de la relojería de lujo.
Más allá del tenis y de los resultados de la Laver Cup, la conversación entre Federer y Alcaraz alrededor de estas piezas se convirtió en uno de los momentos más comentados del fin de semana. Una escena que mezcla deporte, lujo y exclusividad, y que deja claro cómo la relojería suiza sigue encontrando en el tenis un escaparate privilegiado.


