Coleccionar relojes de alta gama es una pasión que combina arte, historia y mecánica. Pero también es una inversión considerable que requiere protección. Un solo reloj puede superar fácilmente los 50.000 €, y muchas colecciones privadas alcanzan cifras de siete u ocho dígitos. Asegurarlos no es un capricho: es una necesidad. Ahora bien, ¿qué supone realmente en términos de coste anual?
Cómo se asegura una colección de relojes
Las compañías ofrecen varias fórmulas. Algunas incluyen los relojes en la póliza de hogar, pero con límites que rara vez superan los 10.000–20.000 €. Para colecciones más amplias se contratan pólizas específicas de joyas y objetos de lujo, con coberturas internacionales.
Estas pólizas cubren desde robo hasta pérdida accidental, incendios o daños, y muchas contemplan la protección fuera de casa, algo clave para piezas que viajan con su propietario.
Factores que determinan el precio
El coste del seguro no es fijo: depende de varios elementos.
Valor de la colección: la base sobre la que se calcula la prima.
Dónde se guardan: no es lo mismo un reloj en una caja fuerte homologada que sobre una mesa en el salón.
Frecuencia de uso: si el propietario lleva a diario un Patek Philippe de 200.000 €, la prima será más alta que si lo mantiene en caja fuerte.
País de residencia: los riesgos y tasas varían según la región.
Cifras orientativas
En Europa, las aseguradoras especializadas calculan una prima anual de entre el 0,6% y el 1,2% del valor asegurado.
Una colección de 200.000 € → 1.200–2.400 € anuales
Una colección de 1 millón de € → 6.000–12.000 € anuales
Una gran colección de 5 millones de € → 30.000–60.000 € al año
Algunos clientes con perfiles de riesgo más altos, como quienes viajan mucho con sus relojes, pueden ver incrementos hasta el 1,5%.
Servicios añadidos
No es solo un seguro: muchas pólizas incluyen tasación oficial anual, lo que asegura que el valor se actualiza si el mercado sube, como ocurre con Rolex o Audemars Piguet. También ofrecen cobertura mundial, para que el reloj esté protegido en cualquier parte del planeta, incluso durante un viaje en jet privado o una cena en Saint-Tropez.
Un detalle poco visible
En las colecciones más exclusivas, las aseguradoras piden que las piezas se guarden en cajas fuertes de grado III o IV, con sistemas de alarma conectados a centrales privadas. La inversión en seguridad física puede superar los 20.000 €, y es un requisito indispensable para mantener primas competitivas.
